Cuál eres tú
entre la rama y el fuego,
y la curvatura tornasol
de las marcas del humo.
Cuál eres tú
de las declamaciones
a viva voz
empapeladas
con ceniza.
Eres esa de allí,
el reflejo de la sombra-
de la sombra
que agita las aguas,
permea las cruces,
rebate los ánimos.
La de la sonrisa bella
eres tú.
La sabiduría humedecida.
El aliento en muerdelabio.