Los pensamientos negativos pueden llegar a convertirse en un hábito. Un hábito es una acción que pudiéramos tomar por costumbre,de manera que, podríamos acostumbrarnos tanto, a dicha acción que la necesitaríamos para estar bien con nosotros mismos.

Las mentes negativas casi siempre tienen la misma escusa: No puedo, es demasiado difícil o para mi es imposible.

Tenemos que evitar, a toda costa, que los pensamientos negativos se conviertan en una costumbre, de allí la importancia de educar nuestra mente y llevarla por un camino despejado y libre de cargas dañinas o perjudiciales.

 

La imperfección del ser humano, indudablemente lo ha llevado a almacenar ó archivar en su mente las acciones negativas, y rechazar lo positivo. Las costumbres que son perjudiciales para el ser humano han llegado a ser las preferidas, y para muestra un botón, allí vemos los adictos al cigarrillo; saben que los perjudican; sin embargo no se detienen a pensar en eso , sencillamente lo encendieron y se dieron el gusto.

Nuestra mente absorbe con mas las actitudes negativas que las **positivas **¿hasta cuando, vamos a estar encerrados en esa temible oscuridad? ¿Podemos ver un poco mas allá de lo obvio? ¿Estamos dispuestos a pelear la batalla con nuestra mente e inyectarle una dosis de cargas positivas?´o vamos a decir "no puedo".

 

Lidiar con una mente negativa, darle vueltas y vueltas al estrés, a las preocupaciones y a los problemas ajenos; pueden dañar las células de nuestras neuronas que regulan las emociones, la memoria y los sentimientos. Por otro lado el efecto resulta todo lo contrario si nuestra mente está invadida por ideas positivas, actitudes **optimistas **y pensamientos reales.

La meditación con regularidad puede ayudarnos a cambiar los patrones negativos por unos realmente positivos y estables. También leer publicaciones que recalquen el optimismos y realcen nuestra valía como persona. Hacer mucho ejercicio, nuestro arreglo personal y la higiene física, estimula la autoestima y puede hacernos personas mas **positivas. **

Hagamos una costumbre personal, concentrarnos en las cualidades y virtudes de las personas, resaltarlas y felicitarlas. Otra costumbre que debemos adoptar es escuchar o proponer conversaciones positivas, que aporten ideas valiosas para el beneficio de todos. También ir tras las cosas que edifican y reconfortan.

Tenemos que saber prescindir de aquellas cosa, o personas que no aportan nada** positivo** a nuestra vida. Si conocemos personas con actitudes negativas tenemos dos opciones: Ayudarlas a cambiar o alejarnos de ellas.

Acompañe todos estos consejos con una buena alimentación, descanso apropiado, buenas técnicas de respiración y recordar que tenemos una mente libre de actitudes negativas.

Una vida positiva la puede vivir, solo la persona con mente positiva