Supercomputadora hace una inquietante predicción de cuándo será el fin del mundo
¿Es posible predecir el futuro de la humanidad y del planeta con una máquina? Eso fue lo que intentaron hacer unos científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en 1973, cuando crearon una supercomputadora capaz de evaluar el crecimiento de la población, la contaminación, los recursos naturales y el cambio climático. El resultado fue una alarmante profecía que señala cuándo y cómo será el fin del mundo.
La supercomputadora, llamada World One, fue creada por el informático Jay Forrester y utilizada por el Club de Roma, una organización compuesta por científicos, pensadores y exjefes de estado. Su objetivo era “promover la comprensión de los desafíos globales de la humanidad y proponer soluciones a través del análisis científico, la comunicación y la promoción” .
Para ello, la supercomputadora realizó varios modelos y simulaciones basados en datos históricos y proyecciones futuras. El informe resultante se llamó “Los límites del crecimiento” y se publicó en 1972. En él se advertía que si no se cambiaba el rumbo de la civilización, se produciría un colapso global a mediados del siglo XXI .
El primer punto de inflexión para la humanidad, según World One, se daría alrededor del año 2020. “La condición del planeta se vuelve muy crítica. La contaminación se vuelve tan grave que comienza a matar personas, lo que a su vez hará que la población disminuya, más abajo de lo que era en 1900”, dijo la emisora australiana ABC en su momento.
Pero lo más escalofriante es que la supercomputadora predijo que entre el año 2040 y 2050 “la vida civilizada tal como la conocemos en este planeta dejará de existir” . Esto sería el resultado de la combinación de factores como el agotamiento de los recursos naturales, el aumento de la temperatura global, la pérdida de biodiversidad y las crisis económicas y sociales.
¿Es esta profecía una certeza o una posibilidad? ¿Podemos evitar este sombrío destino o ya es demasiado tarde? Estas son algunas de las preguntas que surgen al conocer esta predicción, que ha cobrado relevancia en los últimos años debido a los efectos cada vez más evidentes del cambio climático y la pandemia de covid-19.
Algunos expertos han cuestionado la validez y la precisión de los modelos utilizados por World One, así como las variables y los supuestos que se tomaron en cuenta. Otros han defendido la importancia de este tipo de estudios para generar conciencia y acción sobre los problemas globales que nos afectan a todos .
Lo cierto es que el futuro no está escrito y depende en gran medida de las decisiones que tomemos como individuos y como sociedad. La supercomputadora puede ser una herramienta para alertarnos, pero no para determinarnos. El fin del mundo no es inevitable, pero tampoco es imposible.