Algunos intelectuales de lo que bien puede llamarse “ideología de redes sociales” pasan mucho tiempo “estudiando” a una nueva generación de seres humanos, a los cuales ven como EXPERTOS EN TICS y que han nacido con la tecnología digital bajo el brazo. Para los nuevos seres humanos, el uso de ipads. iphones, tablets o smartphones es más sencillo y, sólo por esto, han sido elevados a la categoría de ciudadanos aventajados de la “sociedad del conocimiento”
Así pues a esta generación excepcionalse le ha dado en llamar de distintas formas, todas ellas denotando un aire de superioridad:
*La generación Einstein…
*Los nativos digitales…
*La generación 2.0…
Sin embargo, si uno vuelve la vista alrededor, se dará cuenta de inmediato que dichas generaciones en realidad saben hacer poco con la tecnología digital:
Que en el fondo, son altamente dependientes de un modelo tecnológico-cognitivo basado en una mera simplificación del mundo, que se traduce en apretar botones de “tuits” y “likes”. me gusta / no me gusta, me adapto / no me adapto….
Que ganaron su categoría de nuevos sujetos tecnológicos a partir de una ecuación muy simple: comprarse una tablet o ipad o pc all- in-one y abrieron una cuenta de Facebook, una de Gmail y otra de Youtube…“Voy a la tienda y compro un I-pad + llego a casa y me inscribo al WhatsApp = soy un ciudadano de la sociedad del conocimiento”.
Que dependen mucho de consumir el modelo tecnológico de entretenimiento del mercado estadounidese para estar al día en lo tecnológico: series de Netflix, tendencias de ventas en i-Tunes y Spotify, cómo luce en Instagram el culo-morphing de Kim Kardashian…
Que fuera del modelo tecnológico de la simplificación intelectual, la compra de equipo y el consumo del modelo de información-entretenimiento que les procura el sistema… NO SABEN HACE NADA MÁS CON LAS TICs.
Tristemente, gran parte de estos “despiertos de nuevo milenio” tiene formas altamente jibarizadas en su forma de expresarse…
Tristemente, no producen información-conocimiento de manera significativa y en cambio son grandes consumidoras de información-entretenimiento…
Tristemente, no distinguen entre defender su privacidad como derecho universal y regalar de inmediato sus datos por un “like”
Tristemente, todo lo anterior se puede comprobar levantando la vista a cualquier lado, en cualquier lugar. Están por todos lados tomándose selfies…
¿Quien tiene la culpa de haber creado tal deformación-desinformación?
Quien elevó a meros chipalienados del modelo tecnológico de los EU a ser Sujetos-Einstein de la sociedad del conocimiento?
Muchos son culpables, es claro que las empresas lo son, pero más allá de ellas ha habido “sujetos doble moral” que han dejado de lado la crítica a cambio que ser patrocnados por Telefónica, Microsoft o salir en una charla buenrollista de TED.
Si las corporaciones son responsables, también lo son periodistas, los intelectuales, los académicos, etc. Sólo que estos últimos son culpables de manera más deshonesta, pues su función es oponer una crítica al sistema y no esperar que el sistema les ofrezca de qué hablar…
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EDITORIAL
Un día un alumno al que le di clases me dijo de manera un tanto arrogante: “yo soy un community manager y, por ende, en mi currículum pongo que tengo manejo experto en TICs”
Ante tal enchufamiento con la “ideología de redes sociales”, le pedí varias cosas:
Le pedí que montara un live-usb con cualquier distribución de Linux y no pudo…
Le pedí que mandara un mísero mensaje de mail mediante cifrado PGP y no pudo…
Le pedí que ingresara a Freenet, Internet Invisible o a la Deep web mediante proxys y no pudo…
Le pedí que programara algo muy simple con Scratch (software de programación visual para niños) y no pudo…
Le pedí que ingresara a algunos sitios destacables de Leaks usando algún sistema operativo cifrado para proteger el anónimato y no supo…
Le pedí que se tomara una selfie con su iphone con una sola mano y allí sí demostró ser todo un experto.
Qué gran momento vive la humanidad: ¡Una “sociedad del conocimiento” repleta de “Sujetos-Einstein en tecnología”!
¡El Hollywood-Capitalismo a toda su capacidad!
Autor:
Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)