Se presume que la Tierra se originó hace 4600 millones de años y que su atmósfera primitiva contenía, probablemente agua, metano, amoniaco, hidrógeno y un escaso porcentaje de anhídrido carbónico. Con el tiempo, tanto el hidrógeno el amoniaco y el metano se perdieron, de modo tal que la atmosfera se hizo cada vez menos reductora.
Una serie de eventos, como los cambios tectónicos, pertenecientes a la construcción o estructuras en la corteza terrestre y los cambios en la temperatura, además de la formación de una atmósfera primitiva, condujo a la formación de grandes moléculas y, posteriormente a los primeros organismos vivos. Otro factor, tal vez más importante, es la fotosíntesis, proceso por el cual las plantas verdes convierten la energía solar en energía química para su crecimiento y desarrollo, la fotosíntesis ha sido responsable de la acumulación de oxígeno en nuestra atmosfera. Se puede hacer esta breve referencia histórica debido a los conceptos actuales de la evolución química de compuestos inorgánicos a compuestos orgánicos y de evolución biológica, que se estableció como consecuencia lógica de una serie de procesos en las unidades vivientes.
A pesar de una serie de interrogantes, el problema del origen de la vida ha sido motivo de distintas teorías.
Las cuales han tenido diferentes defensores y momentos importantes de la historia del pensamiento de la humanidad que han tenido seguidores y retractores.