Llegué a Lima un 6 de diciembre y comencé a trabajar el 12, ya que agarré unos días para descansar del viaje que fueron 6 días de carretera.
Él trabajo me lo consiguió Day la prima de mi novio, ella trabajaba en una tienda de ropa y lencería de damas. Me recomendó con sus jefes y estos dijeron que sí. Él primer día me recibieron emocionados, me dijeron que poco a poco me adaptaría.
En mi primer día yo tenía nervios porque nunca había trabajado en una tienda de ropa y menos en otro país donde muchas cosas se llaman diferentes. Esas palabras las aprendí muy rápido y en pocos días me convertí en la mejor vendedora. Yo me sentía emocionada porque iba a ganar dinero y ya tenía algo "estable".
Pero no todo puede ser perfecto... comenzaron los malos tratos a cada rato, todos los días y la falta de pago.