Traducción no oficial del inglés al español de un extracto de "Escapes", novela de Daniel Tunnard.
Florence
Domingo 24 de octubre de 1999
Ya se sabe como termina todo esto. Con un disparo. A matar. Así se maneja la Scrafia. Sin tortura, sin pantalla, sin puñal, sin alboroto. En casi una hora, o a lo sumo dos, según cuenta la historia, el zepelín negro se alza en el cielo, misteriosamente sin su logo distintivo. Y de ahí bajan los sicarios, los barrabravas de la Scrafia, la numerosa descendencia endogámica de la familia Gilbert Gilbert y te disparan. Y eso es todo. Y lo peor, lo que más me saca de quicio, es que justo cuando la sombra de la muerte descienda, voy a mirar a mi izquierda, aturdida por el miedo y por el efecto de este whisky barato, y voy a ver que Buenaventura Escobar, viejo amor y flamante campeón mundial, fiel a su estilo, tira la de humo.
Este sería mi réquiem. Missa pro defunctis. El acusativo singular del sustantivo de origen latín requies, que significa "descanso". No me vendría nada mal un descanso ahora. Poneme a Dvořák, poneme a Fauré. Me quedé encallada en la costa de Mauritania, sin balsas, medusas ni Géricault que me pinte de rosa, como si esas cosas sirvieran para algo. En su lugar estaban la Scrafia y el traidor de Escobar. Pobrecita yo, pensarán. Renuncié a la simple vida de la lexicografía para perseguir la fortuna y el lujo. Desperdicié mi futuro en juegos de azar. Si yo fuese la mujer sumisa que la Scrafia siempre quiso que fuera, no me quedaría nada más que sentarme a esperar la masacre.
Pero eso no va a suceder.
¿Cómo pasa uno de la capital de Paraguay, sede del Mundial de Scrabble de 1999 (le sacaron la parte de "en español" en el 97), al escondite de su exmarido en el Delta del Tigre, a más de 80 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, cuando de repente, aunque no de casualidad, todos los medios de transporte dejan de funcionar?