El día 09-08-08 empezó temprano pues llegamos por otro camino, a la Torre Eiffel para tomar luego el crucero que nos pasearía por el famoso rio Sena.
El paseo estuvo perfecto en líneas generales, tomamos muchas fotos y apreciamos París desde otra perspectiva.
Luego tomamos el bus rouge que nos llevaría a los diferentes lugares turísticos e históricos de Francia como el famoso Museo de Louvre que está demás decir, estuvo maravilloso y aunque mi madre se sentía un poco fastidiada, mi padre se sintió como un niño en tienda de golosinas al igual que mi hermana y yo, que estaba impactada todavía por no creer que estaba pisando el museo más famoso del mundo.
Decidimos seguir la visita a los museos así que entramos al D´Orsay, mi hermana fascinada con Monet y yo con Manet, mi padre con Van Gogh y mi madre, un poco fastidiada aunque admitió que le gustó Degas.
Por fin llegamos a la famosa Iglesia de Notre Dame, las palabras quedan cortas al tratar de describir lo hermosa que es, decidimos entrar y toparnos con que cobraban por confesarte: ¿Qué? ¿En serio? ¡Pues si! hasta una confesión debe pagarse y si es en otro idioma son 9 euros! increíble.
Seguimos hasta el Arco del Triunfo para ver con los propios ojos el nombre del insigne venezolano allí escrito: Miranda, orgullo de la nación. No logramos subir.
Llegamos a la Plaza de la Concordia para descansar un poco y seguir apreciando el paisaje, algunos otros museos y de esta hermosa ciudad.
Por supuesto ya toda la familia estaba cansada así que decidí llevarlos al hotel mientras yo regresaba a la Torre a disfrutarla de noche, pude caminar París de noche, simplemente divino. Regresé a mi habitación totalmente enamora y suspirando y agradeciendo la vida que me he tenido.