Hace muchos, muchos años, ya no recuerdo ni cuantos. Mi padre quien estaba pasando por un conflicto familiar, me pidió que escribiera algunas palabras para los que se dedican a quienes en ese momento fueron atravesando una situación hostil con él. Me dispuse de un complacerlo y el resultado aquí esta estado guardado en mi repertorio de inspiraciones por mucho tiempo. Lo compartimiento por primera vez en ponlotu http://ponlotu.com/2662_vivir-en-armonia/ y ahora comparto con ustedes:
Cada día es más obvio el hecho que el hombre con el pasar del tiempo ha dejado a un lado los buenos modales; siendo estos vitales para el desarrollo de una conducta digna de respeto y tolerancia; que permita al humano cobijar generosidad; calor humano y a la vez convivir en una sociedad en completa armonía.
Las personas han olvidado la esencia de su propia razón de ser para convertirse en seres materialistas y egoístas; seres que si por el contrario fuesen partícipes de una sociedad humanista y comprendieran que han perdido por completo el respeto por ellos y por los demás seres que lo rodean; al igual que las buenas costumbres; se darían esa libertad que tanto necesitan y serían mediadores para que otros la alcanzaran.
Que importantes son los modales; pequeños detalles que deben ponerse en práctica: La armonía; la tolerancia; la consideración; la discreción y buenos gestos. Es importante que los hagan parte de su vida y así descubrir que todos los llevan por naturaleza en su interior. Porque no basta ser personas estudiadas con grandes currículos; o lectores expertos de tantas publicaciones; libros; escrito o artículos que mencionan la armonía; la buena voluntad y como alcanzarla; es necesario que el hombre se alimente de los más puros sentimientos de amor y quiera y necesite ese cambio en su vida; es esta la única manera; para que así pueda asegurar un gran universo de metas y éxitos y la salida victoriosa a las desavenencias más crueles de este mundo.
No esta demás prestar atención a aquellos refranes tan sabios como los que dicen: · Lo cortés no quita lo valiente. Con virtud y con bondad se adquiere autoridad. El más vivo ejemplo forma parte de sus propios cuerpos como pueden observar los dientes son duros y se parte y la lengua es blanda y todo lo aguanta.
Dejen a un lado el orgullo; la vanidad; el egoísmo; el rencor; la envidia; porque lo más triste del caso es que el adulto es irracional y no mide el daño que está causando en esos pequeños para los que él es un héroe o un ídolo. Reflexione en el hecho que sus hijos o sus nietos pueden estar atravesando por los primeros años de vida durante los cuales formará los verdaderos cimientos o bases del desarrollo psicosocial posterior; por lo que no queda excluida la posibilidad de que estos pequeños estén copiando sus patrones de conducta; ya que como se ha señalado; el resultado final del desarrollo del niño en sus aspectos nervioso; psíquico y social dependerá principalmente de la acción modelante que el medio ambiente ejerza sobre él.
Empiece por revisar su hogar y ver que carencias tienen porque usted es el responsable de que funciones como tal; de crear un clima armónico de serenidad; comprensión y respeto. Sin olvidar que la familia debe estar siempre para cualquier persona en primer lugar. Piense que en sus manos está la posibilidad de comenzar cada día en familia; de desearse entre ustedes prosperidad; de reconocer con orgullo y amor cada una de los méritos de cualquiera de los miembros de la familia; manifestar el derecho por su propio espacio; ese mismo espacio que los demás miembros esperan que se les respete; acudir al llamado de ayuda y atención que alguno necesite para así fomentar la integración familiar.
No tomar la propiedad de los demás; ni abusar de la confianza dada garantiza la admiración. Los detalles como: Sonreír; tocar las puertas para anunciarnos; dar las gracias; pedir con la maravillosa frase “por favor”; ceder el asiento por consideración; desplazamos con cuidado; mantener la calma en situaciones embarazosas; nos ayudan a sentirnos en paz y estas pequeñas reglas son las que hacen grande a cada hombre y como consecuencia a la humanidad.
(Parte de mi hermosa familia. Ya hace varios años)