Pero afortunadamente tuvimos un guía durante todo el camino, que yo, que era la que manejaba en esa ruta, decidí seguir, y me fui detrás y era un camión cava de los que transportan vegetales desde esa zona que se conocía la vía perfectamente y sin saberlo el que la manejaba, me fue guiando poco a poco hasta que logre salir de la peligrosa carretera. Bueno, después de respirar profundo y me imagino que mis acompañantes también, aún nos quedaban tres horas de camino, y debíamos seguir subiendo hasta 3.500 mts. de altura al pasar por el páramo, pero aunque continuaba lloviendo y la neblina era densa, la carretera era mas amplia, y aunque también con curvas eso era suficiente para ir un poco mas relajados.
Pero cuando aún nos quedaban dos horas de camino, la ultima estación de gasolina la habíamos dejado atrás hacía como cuatro horas y el tanque de gasolina estaba comenzando a disminuir, cosa que comenzó a aterrarme, porque cada gasolinera por donde pasaba estaba cerrada, anunciando el estado crítico de la gasolina en nuestro país, que se veía mas acrecentado por esos lugares, en fin, gracias al creador, logramos llegar a la ciudad de Mérida, con el tanque de gasolina casi vacío encontrándonos como recibimiento , una larga cola de vehículos esperando para llenar el tanque, en la única gasolinera que encontramos y tuvimos que tomar nuestro respectivo lugar en dicha cola, y como si fuera poco cuando vamos llegando a nuestro turno, se apareció un motorizado y se colocó delante de mi vehículo y así como si nada comenzaron a llenar el tanque y yo por consiguiente me molesté y le hice saber mi descontento, al que dispensaba la gasolina a lo cual me hizo caso omiso, y para colmo el motorizado antes de irse con su tanque lleno me dijo con tal desparpajo, ¡señoraa sonriale a la vidaa!, al cual no le quise responder nada, pero pensé "claro!asi cualquiera!!!. Chiste cruel...Bueno, al fin después de todos esos percances, llegamos a Mérida!!!
Y aunque pasamos esos malos ratos para llegar a nuestro destino, les cuento que valió la pena, y me quedé con ganas de volver. Prontamente, les mostraré en otro post, las cosas hermosas que pude disfrutar en esa bella ciudad de mi país Venezuela. Les aseguro, vale la pena visitarla.