El Baobab es un árbol tropical de África, símbolo de resistencia, tolerancia, vida comunitaria y longevidad. Es valorado también como manifestación de vitalidad. La principal característica morfológica de este majestuoso árbol es su inmenso tronco abotellado o irregular, lleno de nudos, forma adoptada como mecanismo evolutivo para almacenar agua.
Puede alcanzar alturas de hasta 25 m, pero la circunferencia de su tronco puede superar los 40 m. Es leñoso y su madera es blanda. Se calcula que algunos tienen una edad de aproximadamente 4.000 años. Las flores son colgantes, de unos 20 cm de diámetro, de color blanco.
El fruto es una capsula gruesa con forma alargada. Las semillas son oscuras, numerosas, grandes, en forma de riñón, envueltas en una pulpa de color crema. Esta pulpa polvosa es disuelta en agua y consumida como una bebida, altamente alimenticia y con propiedades medicinales.
Existen más de 20 individuos de Baobabs sembrados en Venezuela, distribuidos en los Estados: Bolívar, Zulia Falcón, Aragua y Distrito Capital, aunque probablemente permanezcan otros especímenes sembrados y no reportados.
Baobab en el Piedemonte Barinés
El piedemonte es una franja de transición entre el frente montañoso de la Cordillera de Los Andes y la extensa planicie aluvial de los llanos. En el piedemonte andino barinés, en el municipio Alberto Arvelo Torrealba, del estado Barinas se funda en marzo de 2011 la Academia de Ciencias Agrícolas de Venezuela (ACAV), una institución para la articulación, gestión y ejecución de procesos de formación, investigación e innovación en materia agroalimentaria. En la zona de la ACAV dominan colinas, lomas y pequeños valles, así como un sistema de terrazas asociado al río Boconó.
En el año 2012 se plantó en los jardines de la sede de la ACAV, un ejemplar de Adansonia digitata, de dos años de edad. Este ejemplar fue obtenido como un obsequio al Dr. Oscar Abarca (Presidente de la Junta Directiva de la ACAV para ese entonces) por parte de un vecino aragüeño, practicante del arte del bonsái, quien a su vez lo obtuvo de un Ing. Agrónomo de la Facultad de Agronomía de la UCV, que tuvo éxito en multiplicar unas semillas introducidas desde Suráfrica. Las semillas le fueron otorgadas al agrónomo por un aficionado al futbol, que las recogió de los parques municipales de Johannesburgo, durante la celebración del Mundial de Futbol Suráfrica 2010, quien las trasladó a Venezuela.
El ejemplar fue sembrado en acto institucional y cercado cuidadosamente para su protección, por lo que en la actualidad tiene unos 10 años de edad. Recientemente en Julio de 2020 el Baobab sorprendió gratamente a la comunidad de la ACAV y las poblaciones circundantes con una prematura floración. De acuerdo a referencias botánicas, el Baobab es de muy lento crecimiento y la floración se produce alrededor de los 20 años de edad, entre los meses de junio y julio, esto para las condiciones ecológicas africanas. El Baobab (la especie A. digitata) es nativo de zonas semiáridas del sur del Sahara, por lo que su crecimiento en el ambiente del piedemonte Barines, con precipitaciones cercanas a los 1.900 mm anuales, pudo haber adelantado favorablemente el desarrollo y floración de este hermoso árbol.
Aspecto del árbol y su flor (Fotografía: Elvis Ramírez)