LA NOTICIA
Y las “elecciones presidenciales” de Venezuela finalmente llegaron, el pasado 20 de mayo. Sus resultados, por supuesto, fueron los esperados, por lo que las advertencias de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro empezaron a tornarse en hechos a tan solo 24 horas de su autoproclamada “victoria”.
ESPERA, RETROCEDE...
Ya antes del 20 de mayo, diversos funcionarios y políticos estadounidenses habían advertido al gobierno de Maduro que la Casa Blanca actuaría en consecuencia si continuaba con el proceso electoral, considerado ilegal y fraudulento por los factores de oposición y gran parte de la comunidad internacional.
¿Y ESTO POR QUÉ?
Para empezar, la convocatoria a las elecciones vino desde la Asamblea Nacional Constituyente, un organismo que, dado que no cumplió con los preceptos establecidos en la constitución de Venezuela para activar el poder constituyente, carece de legalidad y, por lo tanto, no tiene autoridad para llevar a cabo tal acción.
ADEMÁS…
La fecha pautada inicialmente para las “elecciones” era el 22 de abril; sin embargo, el Consejo Nacional Electoral, cuyos rectores militan en el partido de gobierno, movió la fecha para el 20 de mayo, lo que incrementó las alertas ante un posible fraude, que ya se sustentaban en la confesión de Smartmatic, compañía que facilitaba las máquinas de votación al régimen de Maduro, acerca de las trampas llevadas a cabo por el “polo patriótico” en comicios anteriores.
ENTRE OTRAS COSAS
El 29 de abril, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, en el exilio debido a la persecución gubernamental y el secuestro de los demás poderes públicos, emitió un dictamen suspendiendo del cargo a Nicolás Maduro por el presunto delito de corrupción propia y legitimación de capitales, inhabilitándolo como candidato en comicios para ejercer cualquier cargo en la función pública mientras dure el juicio.
Y POR CIERTO
A pesar de que las cifras anunciadas por el CNE proclamaron a Nicolás Maduro como ganador de los comicios con 5.823.728 votos (67,7%), de un total de 8.603.936 (46,01% del padrón electoral), el escenario de calles vacías que imperó durante el proceso más bien avala los números de las agencias independientes.
CUÉNTAME MÁS
Las agencias independientes ubican la participación en 17% de los 20,5 millones de electores inscritos en el registro electoral, lo que significa que tan solo 3,59 millones de venezolanos acudieron a los centros de votación y, por tanto, los resultados publicados serían imposibles.
POR TODO ESTO
Las elecciones del 20 de mayo no fueron reconocidas por, al menos, 20 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Panamá, Chile, el Reino Unido y los países de la Unión Europea, y tampoco por el Tribunal Supremos del país, la Asamblea Nacional ni los lideres del sector opositor, quienes no participaron en lo que denominaron un “fraude electoral”.
¿ENTONCES?
Las amenazas de la Casa Blanca se materializaron el lunes 23 de mayo en la forma de nuevas sanciones económicas que obstaculizan las posibilidades de financiamiento del Gobierno.
EXPLÍCATE
Las nuevas medidas prohíben a los ciudadanos estadounidenses, y a cualquier persona o empresa que se encuentre dentro del territorio del país, comprar cualquier deuda emitida por el Gobierno de Venezuela, incluyendo cuentas por cobrar, y realizar transacciones con el Banco Central de Venezuela (BCV) o con la estatal Pdvsa.
POR ÚLTIMO
Los países del Grupo de Lima también acordaron reducir relaciones diplomáticas con Venezuela y hacer gestiones para evitar que organismos financieros internacionales otorguen préstamos al régimen, que salten el control de la Asamblea Nacional.
PARA NO PERDER DE VISTA
“El próximo paso son las sanciones contra el sector petrolero", aseguró Diego Moya-Ocampos, principal analista político para América Latina de IHS Markit, en una entrevista a la CNBC, lo que sería una estocada crucial contra el régimen de Maduro, dado que este sector representa 25% del PIB (producto interno bruto) del país, 50% de los ingresos fiscales y 97% de los ingresos por divisas.
EN FIN
Estas nuevas sanciones aumentan la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, que cada día se ve más cercado a nivel internacional y con mayor tensión dentro del país, ya que la grave situación económica que atraviesa la nación suramericana también se traduce en una crisis humanitaria y social preparada para estallar en cualquier momento.
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