FUENTE
Me propongo con estos versos cantarle y rendirle homenaje al paisaje portugueseño. “La Rojeña” es un paraje sencillo, rural; y es también el nombre de una cañada con puente sobre la carretera troncal 5, que corre con su algarabía paralela al caudaloso Rio Acarigua. Pasa realenga entre solares por todo el centro de los caseríos “El Rio” y “La Isla”. Nace en la montaña, entre los estados Lara y Portuguesa, sus aguas con sus latidos van a tributar el cuerpo del rio Acarigua; le va a caer abajo en el espacio de Araure, y en conjunto, rio y quebrada cruzan en parte la llanura occidental venezolana hasta encontrarse con el río La Portuguesa, para finalmente chocarse con el Caribe mar…Así, aparecieron estos versos cuando le recordaba yo un atardecer tranquilo de abril meciéndome en una hamaca:
en el silbido del viento
tu canto cotidiano
Rumorosa, cantarina,
escurres entre raíces,
cañada de “La Rojeña”
En tu corriente turbia
escurren los caracoles
y beben las soledades
Braman en invierno
tus aguas
olorosas a mastrantales
Flotan las iguanas
y se espantan
entre los herbazales
Hacen gárgaras tus aguas
en tu garganta de barro
En tus charcas se retrataron
los veteados ojazos
de la huidiza muchacha
Viajas a calmar la sed.
A declarar tu amor
al río grande.
No se cansan tus arenas
de rodar
hacia la eternidad del mar.
Araure, abril 2018