EL NIDO VACIÓ

Esta narración esta basada con personajes reales vivida en una sociedad común que por pena o miedo lo ocultamos y nos lleva a vivir con un nido vació de emociones

                                                                                      PRIMERA PARTE

                                                                             ¿QUIEN NOS RESCATO? 1975

Carlota y Jose esperaban como todo las mañanas a Juanita su nieta de seis años que buscaba la leche recién ordeñada para que Irene su madre le hiciera el atol a sus hermanas menores,los abuelos preocupados al ver que ya eran las diez y nadie aparecía, deciden bajar a su casita para ver que estaba pasando, al acercarse a la vivienda escucharon el llanto de Rosita y Esperansa, Jose corre pero se encuentra con una realidad que no podía creer, Juanita estaba encima del fogón tratando de prenderlo para calentar la aguamiel a sus hermanas para que no lloraran, en una cuna de madera estaban las dos bebe de dieciocho meses y dos meses, la recién nacida ya estaba morada de tanto llorar, el abuelo la toma entre sus brazos y ella se calma y vuelve en si, al entrar Carlota le pregunta a Juanita por su mama y con lagrimas en los ojos responde "se fue con un costal al hombro y solo dijo que no podía más", en ese momento Carlota entendió que su hija se había ido y abandonado a sus hijas, cogió a Rosita entre sus brazos y le dice a Juana que camine con el abuelo y vamos para la casa.

A los dos meses aparece Alejos el papa, el cual trabajaba como mediero en una hacienda lejos de ahí, al enterarse que Irene se había ido con Luis un maquinista y conocido de él, y de paso había abandonado a su esposa con sus hijos también, Alejos se refugió en el alcohol y se fue con su mama. Los abuelos se hicieron cargo de nosotras pero al poco tiempo Esperanza murió ahogada por un rebote de parásitos, ahí fuimos creciendo en medio de la pobreza y la ignorancia pero muy felices con el amor de los abuelos y el de mi tío Valentin, que nunca se casó y vivía pendiente de nosotras, mi papa raramente aparecía y así iban pasando los días esperando que llegara los domingos.

El padresito Mendez y las monjitas de la comunidad recogían ropa y zapatos y nos llevaban los domingos, ellas nos bañaban y nos vestían para llevarnos a la misa, era el único día de la semana que reconocíamos porque sentíamos que era un día mágico, de resto toda la semana vivíamos como animalitos en la ignorancia llenos de mugre y cuanto parásito abundaba, pero eso si, nunca pasamos un día sin comer porque mi abuelo de lo que fuera nos hacía unas mazamorras o un ajiaco y todo el que nos visitaba era recibido con esos alimentos, porque a pesar de nuestra pobreza mis abuelos nunca dejaron que alguien se fuera con el estomago vacío.

Así fue ocurriendo el tiempo, mis abuelos cada año mandaban a hacer una misa en honor a su hija que desde el primer momento la dieron por muerta y así nos hicieron creer

                                                                                            SEGUNDA PARTE

                                                                                  VUELVE ENTRE LOS MUERTOS 1980

Una noche no se me olvida, ya dormíamos, yo tenía seis años, tocaron la puerta...