¿Cómo se supone que algo que tiene que nacer del corazón se me está retribuyendo y más en dólares? Suena utópico, pero es real. No es mentira y tampoco es corrupción. Es una historia personal de cómo llegué aprender habilidades o perfeccionar algunas que ya tenía para poder generar un ingreso en moneda sólida.
Escribiendo este post me di cuenta que durante toda mi vida estuve extendiendo la mano con pequeñas acciones que tal vez generaron un impacto pequeño o grande y dejó en mí una semilla para formarme en quien soy hoy y en quién me quiero convertir mañana.
En primaria siempre me ofrecía para ayudar a la profesora a imprimir actividades para 40 alumnos, a mi papá no le gustaba porque eso era una gastadera de dinero y eso de ser ''muy colaboradora'' como me lo ponían en las boletas a final de lapso era una palabra bonita para decir jalabolas. También estuve un año ofreciéndome para regar las maticas del salón porque si nadie lo hacía, se iban a morir. A mi mamá no es que no le gustaba que regara las plantas, es que yo en la casa casi ni barro.
Cuando tenía 17 años mi mejor amiga me decía que eso de ''regalar libros era regalar conocimiento'' cuando la invitaba constantemente a formar parte de las actividades del grupo que recibía donaciones de libros y concretaba distintas actividades para poder llevar a cabo esos eventos donde los mismos eran regalados, intercambiados o reubicados en colegios públicos de la ciudad.
Y en parte de mi vida universitaria, mis otros amigos no entendían porqué yo pasaba tanto tiempo dedicándome a una organización internacional que no generaba un impacto real en la comunidad, sino que mandaba gente para afuera y ya.
Si bien no gané nada por estar haciendo a mi papá gastar plata, él ayudó a que la profesora no sacrificara parte de su sueldo y a un grupo de 40 niños de 10 años a aprender algo afuera de los mismos textos de siempre. Si bien no aprendí a regar las matas, aprendí a agarrarle cariño e interesarme por algo ajeno sin esperar nada a cambio. Las actividades que vinieron luego no me dejaron un aprendizaje realmente significativo porque la mayoría era aguantar sol en un potazo, decorar carteleras o poner globos en un hospital porque los de 5to año iban a hacer su labor social al otro día en el lugar. Lo bueno es que estas acciones fueron construyendo mi camino de ayuda a otro sin esperar nada a cambio porque eso es lo que hacen los voluntarios, ¿no?
No. El concepto que las personas tienen de voluntariado en la cabeza es entregarte incondicionalmente a una causa sin esperar alguna retribución (que aunque sea la base para comenzar hacer voluntariado) es la idea que desmotiva a las personas a formar parte de estos revolucionarios grupos sociales que están cambiado el mundo materialista en el que vivimos.
No significa dedicarte a algo por más pasión que tengas sobre concientizar a la población sobre el calentamiento global o acompañar a unos viejitos a pasar el fin de semana, tiene que haber un motivo detrás de esa tarea (tal vez) fastidiosa que se esté haciendo. ¿Qué va a pasar luego de la campaña que hiciste para el calentamiento global? ¿Qué te va a quedar luego de estar con los abuelitos? ¿Aprendiste algo real luego de esto? ¿Qué te quedó? Si la razón por la que estamos dedicando nuestro tiempo nos lleva el corazón, no hace falta que nos llene los bolsillos.
El motivo puede cambiar para cada persona, en el primer grupo donde estuve mi motivo era colaborar para que todos tuvieran la oportunidad de estudiar. Formar parte de un grupo que le brindaba a otros el chance de tener un libro en sus manos, de hacer actividades mensuales para que toda la comunidad se uniera y donara los libros de la familia que estaban agarrando polvo y hacerlos llegar a aquellos que tal vez creían inalcanzable eso de tener algo tan costoso porque apenas les alcanza para poder comer a mí me llenaba. Participar dentro de la logística de ese grupo fue suficiente para mí y para mi corazón. Una de mis experiencias más bonitas fue ver la felicidad de una señora que se ganó un tomo completo de enciclopedias, ella me comentó que sus hijas recién habían comenzado bachillerato y que este material podía ayudarlas. Ahí estaba, mis gustos por los libros estaban ligados a mi razón de quedarme largas horas detrás de una mesa, para fastidiar a mis amigos para que regalaran esos libros que estaban sin hacer nada en sus casas y pararme temprano un sábado para ir a La Llovizna para uno que otro evento.
Lo que viene después del motivo por la que pertenecemos a un grupo que ayuda a la comunidad mientras hacemos algo que nos gusta, es conocer a personas que están en la misma movida que nosotros. Si encontramos la ONG que se alinea con nuestros gustos y valores, de la mano, conoceremos a personas que no sólo tendrán la misma idea loca de revolucionar al mundo al mismo ritmo nuestro sino, que por el pequeño papel que juguemos en ese grupo esas mismas personas con las que tanto estamos compartiendo nos abrirán puertas porque conocen de cerca lo bueno que somos en nuestros roles por algo muy sencillo que pueda parecer.
Muchos de los que conocí en mi segundo grupo relevante, el grupo internacional, se manejan por un portal web donde todos hemos conseguido trabajo haciendo cosas que no sabíamos hacer antes de pisar esta organización. Una de nosotros escribió un artículo en su blog explicando paso a paso como formar parte de la página y cómo conseguir trabajo dependiendo de lo que hagas: diseños, base de datos, entre otros. Todas y cada una de estas habilidades las aprendimos en esta ONG porque otra persona nos enseñó y probablemente esa persona tampoco sabía antes de entrar, o entonces alguien más se lo enseñó o aprendió con unos cuantos videitos de Youtube para poder llevar la información de manera eficiente a los demás miembros.
Hasta el sol de hoy uno de mis más allegados me sigue ayudando para que encuentre uno que otro trabajito por este portal, aunque él sabe que lo mío no son los diseños o las bases de datos.
Aquí es cuando uno agradece enormemente por cada uno de los que llevaron estar tareas fastidiosas de capacitar a los otros para que a primera instancia llevaran actividades dentro de la organización sin tal vez fijarse que realmente esto está haciendo que cada uno de nosotros tenemos un ingreso extra por esa ''tontería'' que nos enseñaron.
En mi primer grupo, ya me habían enseñado a estar dentro de la comunidad radial para poder promocionar nuestros eventos, terminé conociendo a tantas personas en estos planos que me enseñaron a crear un discurso firme, sencillo y amistoso para todas las edades ya que debía estar constantemente frente a un micrófono.
Como ya aprendí a enseñar y ya podía dirigirme a cualquier grupo de personas me sentí totalmente preparada para dictar clases de inglés que si bien no me generaron ingresos en dólares, me obligó a practicar tanto algo que había tomado aprender en 10 años y que había dejado oxidar lo cual me tiene a dónde estoy hoy: escribiendo artículos semanales pagados en dólares. Y las temáticas de mis artículos también están relacionadas a mi altruismo, ayudo a jóvenes de todo el mundo a encontrar becas universitarias dadas por distintos gobiernos, organizaciones, universidades o programas para que cada uno pueda terminar o comenzar sus estudios.
Si yo no hubiese formado parte de ninguna de las comunidades nunca hubiese logrado tener las herramientas que tengo para producir lo que produzco. Todo lo aprendí porque quería eliminar una problemática, y al final, no terminé trabajando gratuitamente sino que terminé recibiendo ingresos en una moneda sólida mientras sigo ayudando a otro grupo de extraños a alcanzar sus sueños.
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