Finalmente mi amada esposa ya llegado para acompañarme a la cuarta década, o al cuarto piso como decimos comúnmente.
Es tan satisfactorio acumular años de compartir la vida, con todos sus detalles, con la persona que despierta y duerme a mi lado, pues los recuerdos son citas textuales de las cuales seguimos aprendiendo, sin dolor alguno, pues han sido superados.
Seguimos soñando juntos...