De sobra es sabido que hay actividades y profesiones que requieren pasar horas al teclado y al ratón, y con los años hemos visto múltiples diseños de estos periféricos orientados a que haya ergonomía y evitar lesiones y malas posturas. Un ejemplo de ello fueron los ratones verticales, aunque no todo son ventajas en estos dispositivos algo diferentes al resto.
Aunque no son algo nuevo, quizás ahora estén algo más de actualidad ya que Logitech ha lanzado su primer ratón vertical, el MX Vertical. Por eso no está de más repasar cuáles son las características de estos periféricos y ver qué dicen los distintos estudios realizados sobre llos.
La importancia de la posición para horas y horas de ratón
Lo de los ratones nos toca de cerca aquí en Xataka al formar parte de ese colectivo que mencionábamos al principio, y es un tema que ya tratamos hace unos años al hablar de cómo elegir el mejor ratón para nuestro caso. Ahí ya vimos qué puntos ha de cumplir un periférico (o mejor dicho nuestra posición al usarlo) para que sea un uso conveniente según la normativa y algunos estudios, siendo éstos los puntos clave:
- Que la mano descanse completamente encima del ratón, que no esté tensa tensa y que no forme un ángulo con el antebrazo.
- Que la muñeca no esté doblada, que esté completamente horizontal (y también en descanso).
- Que el antebrazo esté en contacto con la mesa descansando y no tenso en el aire. El codo debe permanecer inmóvil al mover el ratón, por ello la mesa ha de tener cierta profundidad (y que no queden los codos en el aire, cosa que ocurre cuando es demasiado estrecha).
- Mover el ratón con toda la mano y no sólo con los dedos. La mano además no ha de quedar torcida con respecto al antebrazo, siempre han de dibujar una línea recta.
- Hacer pequeñas pausas para ejercitar la muñeca y los dedos, de modo que se alivie la tensión de músculos y articulaciones.
Con respecto a esto, lo que proponen los ratones verticales es que no se fuerce la posición del brazo y la muñeca con el uso del ratón, partiendo de que la posición natural de las palmas de las manos con respecto al antebrazo es que se miren una a la otra. Es decir, que el voltear la palma de la mano hacia abajo (como hacemos para apoyarnos sobre un ratón tradicional) es una posición más forzada, y el diseño vertical la evita al no tener que girarse la muñeca.
El diseño del ratón vertical se basa pues en tratar de mantener una postura más cercana a la neutra, al no implicar ese giro. Los hay de muchas formas y modelos, pero el punto básico es que al tener este eje vertical la mano lo "abrace" manteniendo la alineación así con el antebrazo (y facilite ese descanso del que hablábamos), de modo que puedan ser una opción para reducir la incidencia de síndrome del túnel carpiano y otras lesiones que se producen si no estamos en una posición correcta.
La idea de los ratones verticales es que puedan ser una opción para reducir la incidencia de síndrome del túnel carpiano y otras lesiones que se producen si no estamos en una posición correcta
La posición y los movimientos que exige el manejo de un ratón no son naturales y con el tiempo pueden aparecer problemas como el síndrome del túnel carpiano. (Ilustración de Carlos Castaño, fisioterapeuta en Fisioperpinyà)
Hasta ahí lo que dice la teoría (y los fabricantes), pero ¿qué han dicho los expertos en ergonomía sobre ellos? Spoiler: que tampoco son un milagro y que pueden no ser la solución en nuestro caso personal si padecemos ya las molestias mencionadas.
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En 2013 Paulo R.V. Quemelo y Edgar Ramos Vieira estudiaron la biomecánica del uso de un ratón vertical con respecto a uno convencional, y según vieron podía haber menos pronación de la muñeca (es decir, que el brazo no se ladea tanto) y se podía disminuir su extensión, pero para ello se requería un tiempo de entrenamiento y familiarización con el ratón. De hecho, lo del tiempo necesario para acostumbrarse lo comentan en Ars Technica al probar el nuevo ratón de Logitech, sobre todo si no solemos usar este tipo de ratones.
Otros estudios anteriores apuntaron justamente a lo contrario, es decir, que el uso de ratones verticales puede aumentar la pronación de la muñeca y favorecer su extensión. Más reciente es el trabajo de Annina B. Schmid, Paul A. Kubler, Venerina Johnston y Michel W. Coppieters, quienes se centraron en estudiar si los ratones verticales podían evitar en algún grado el síndrome del túnel carpiano.
Lo que vieron es que no había una base para recomendar un ratón vertical por encima de uno estándar en lo referente a evitar este síndrome, dado que la presión sobre el túnel carpiano era más o menos la misma en ambos tipos y que no había una prevención notable de la extensión de la muñeca que los verticales en teoría evitan.
Concluyeron al probar distintos tipos de dispositivos (incluyendo almohadillas) que, aunque con un ratón vertical se veía una reducción notable de la desviación del cúbito (el hueso del antebrazo que queda en el lado del dedo meñique), ninguno de esos dispositivos ergonómicos conseguía reducir el síndrome del túnel carpiano, de modo que para ellos no había motivos para recomendar o desaconsejar un ratón vertical más allá de las preferencias personales.
Así que a falta de que haya más estudios sobre ellos, lo que de momento se concluye es que pueden ser una opción más cómoda y parecen exigir algo menos en cuanto a la torsión del brazo, pero no son un remedio constatado para el síndrome del túnel carpiano y que no nos previenen de padecerlo. Son una opción más, y puede que nos resulten más cómodos y que no queramos volver a los convencionales, pero no hay milagro y la elección de un dispositivo ergonómico depende de nuestras preferencias.