El valor estético, simbólico y social de los pueblos prehispánicos ha empezado a surgir de entre el olvido al que por mucho tiempo había sido relegado. Copán y el campo o juego de la pelota es mi primer escrito y será base para conocer a uno de los dioses más comentados en estos tiempos por ciertas películas animadas contemporáneas: El libro de la vida y Coco.
COPÁN Y EL CAMPO DE LA PELOTA (PARTE 1)
El campo de la pelota: religión y cultura
La ciudad de Copán se encuentra ubicada en Honduras, en la periferia de las Tierras Bajas Mayas (actualmente Guatemala, México, El Salvador, Belice y Honduras). Esta ciudad perteneció a la civilización Maya y nos legó una serie de monumentos que constituyen en sí mismos una memoria histórica y colectiva que se mantiene hoy. Entre sus construcciones, hay una en particular que ha logrado capturar la cosmogonía de todo ese pueblo mesoamericano: el campo de la pelota.
El juego de la pelota, se manifiesta como representación simbólica de esa civilización, así como de muchas otras. En este juego está inmerso ciertos aspectos que conjuga lo mítico-religioso como, por ejemplo, la pelota, que viene a representar algunas veces al sol y otras el aspecto cíclico de la vida.
El campo de la pelota y el juego en sí mismo responden a elementos de orden religioso. Ellos estarían dando cuenta de todo un sistema de creencias que tiene su origen en una concepción ritualizada del mundo, la naturaleza y la vida. Es posible hallar en gran parte de la literatura maya referencias que aluden a la alegoría tras el monumento. En el Popol Vuh, por ejemplo, los gemelos Hun-Hunahpu y Vucub-Hunahpu se someten a un juego en contra de los señores del inframundo, Xibalbá, Hun-Camé y Vucub-Camé son los encargados de jugar con los gemelos a la pelota:
Y habiendo ido a jugar a la pelota en el camino de Xibalbá, los oyeron Hun-Camé y Vucub-Camé, los Señores de Xibalbá.
—.¿Qué están haciendo sobre la tierra? ¿Quiénes son los que la hacen temblar y hacen tanto ruido? !Qué vayan a llamarlos! !Qué vengan a jugar aquí a la pelota, donde los venceremos! Ya no somos respetados por ellos, ya no tienen consideración ni miedo a nuestra categoría, y hasta se ponen a pelear sobre nuestras cabezas, dijeron todos los de Xibalbá. (p. 30).
El cuestionamiento que hacen los Señores de Xibalbá acerca del poco respeto que muestran los humanos los lleva a reunirse en consejo y llamarlos para luchar por su honor de dioses y creadores del universo. Los señores del Inframundo luego de haberse reunido envían mensajeros para que les notifiquen a los gemelos si querían jugar a la pelota en su tierra, el Inframundo, y a través de una serie de engaños logran vencerlos y tomar la indumentaria del juego que era el botín más preciado.
Y habiéndose reunido en consejo, trataron de la manera de atormentar y castigar a Hun-Hunahpu y a Vucub-Hunahpu. Lo que deseaban los de Xibalbá eran los instrumentos de juego de Hun-Hunahpu y Vacub-Hunahpu, sus cueros, sus anillos, sus guantes, la corona y la máscara, que eran los adornos de Hun-Hunahpu y Vucub-Hunahpu. (pp. 31-32)
Enseguida se fueron Hun-Hunahpu y Vucub-Hunahpu y los mensajeros los llevaban por el camino . Así fueron bajando por el camino de Xibalbá, por unas escaleras muy inclinadas… (pp. 32-33).
Los gemelos sabiendo del peligro al que se enfrentan deciden descansar y así son sacrificados por los señores de Xibalbá, luego son enterrados en el campo de pelota. Hun-Hunahpu, uno de los gemelos, es decapitado y su cabeza es enterrada cerca de un árbol que jamás había dado fruto, los señores de Xibalbá lo denominaron jícara, fruto y lugar por el que estaba prohibido pasar. Al pasar por ese lugar, cierto día Ixquic, hija de Cuchumaquic uno de los señores de Xibalbá, queda maravillada con la carabela que en el árbol se encuentra:
En ese instante la calavera lanzo un chisguete de saliva que fue a caer directamente en la palma de la mano de la doncella. Miróse esta rápidamente y con atención la palma de la mano, pero la saliva de la calavera ya no estaba en su mano. (p. 36).
De allí nacerán los gemelos héroes, Hunahpú e Ixbalanqué. Éstos descubrirán los instrumentos de juego de su padre, Hun-Hunanpú, comenzarán a practicar el juego y nuevamente los señores de Xibalbá se molestarán y los enviarán a buscar para que jueguen en su mundo. Esta vez, los gemelos iban preparados para no ser engañados por los señores del Inframundo y lograron vencer todos aquellos obstáculos que estos le colocaron. Sin embargo, los señores lograron cortarle la cabeza a Hunahpú, pero su hermano Ixbalanqué idea la forma de recuperar la cabeza que está siendo utilizada por los señores de Xibalbá como pelota.
Ixbalanqué ha sustituido la cabeza de su hermano por la fruta que da el árbol donde fue enterrado su padre Hun-Hunahpu, una jícara, con el cuerpo mutilado de su hermano comienza a jugar a la pelota, en la que Hunahpú recupera su cabeza, gracias a la ayuda de un conejo con el que había hablado previamente, y terminan siendo los héroes, al engañar a los señores del Inframundo.
Más allá de la historia relatada, este mito que aparece en el Libros de los Consejos representa todo un conglomerado simbólico: la cabeza redonda que representa el Sol (la luz), los gemelos que en sí mismo representan la dualidad del bien y del mal que mantienen una relación armoniosa y compleja, además del hecho de que son nietos de uno de los señores del Inframundo y un humano dios, la lucha entre el mal representado por los señores de Xibalbá (Inframundo) y el bien representado por los Gemelos (Supramundo) para que la luz llegue a la tierra.
Toda esta representación mítica que se muestra en el ámbito literario está siendo encarnada a través del juego de la pelota dándole un significado mítico y cultural. De igual manera, cronistas hacen referencia a esta actividad en numerosas regiones de Mesoamérica.
Interesante post espero leer la siguiente parte
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