Hola amigos. Veremos un poco del tema de la estimulación eléctrica del ejercicio para lesiones
Estimulación eléctrica neuromuscular para preservar el tamaño y la contractilidad de la fibra muscular del cuádriceps después de lesiones y reconstrucción del ligamento cruzado anterior
Las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) son una lesión deportiva común. Ocurren cuando se rompe el ligamento que conecta el fémur con la articulación de la rodilla. Las lesiones del LCA a menudo son causadas por un golpe directo o por un movimiento de torsión repentino con la articulación de la rodilla. La mayoría de las lesiones del LCA ocurren durante la práctica de deportes, pero los ligamentos también se dañan en otras situaciones, como una caída o un salto. Después de una lesión del LCA, los pacientes tienen dificultad para caminar normalmente sin dolor. Existen muchos tratamientos para las lesiones del LCA, pero ninguno ha demostrado ser efectivo. Por lo tanto, es importante estudiar nuevos tratamientos que puedan ayudar a mejorar la calidad de vida de las víctimas de lesiones del LCA.
After an ACL injury, patients experience severe pain and instability in their knee joint. In addition, their quadriceps muscles become weak and cannot support their lower body weight. Patients also experience muscle spasms in their quadriceps muscles after an ACL injury. Most people recover from an ACL injury with just physical therapy; however, some people have persistent muscle aches and pains after an ACL tear. Researchers have hypothesized that early neuromuscular electrical stimulation use can help to prevent maladaptations after an ACL reconstruction.
NMES ha demostrado ser un tratamiento útil para condiciones degenerativas como la artritis. También ha mostrado potencial como tratamiento para el trastorno de estrés postraumático y el dolor crónico. Los investigadores creen que NMES ayuda a reducir el dolor al aumentar el flujo sanguíneo y mejorar la circulación sanguínea en el cuerpo. Se cree que NMES aumenta el flujo de sangre a áreas específicas a través de impulsos eléctricos; esto aumenta el flujo de sangre a esas áreas y aumenta el suministro de oxígeno y nutrientes a las mismas. Se cree que esto mejora varios mecanismos internos del cuerpo que contribuyen a reducir el dolor y aumentar la salud y el bienestar general después de una lesión o enfermedad.
En 2017, los investigadores realizaron un estudio para ver si el uso temprano de NMES puede ayudar a preservar el tamaño muscular y la contractilidad después de una reconstrucción del LCA. El tamaño del músculo es directamente proporcional a la fuerza y la flexibilidad; por lo tanto, preservar estas cualidades hará que la recuperación post-reconstrucción del paciente sea más fácil y menos dolorosa. Además, preservar el tamaño del músculo ayudará a reducir el riesgo de malas adaptaciones, lo que ayudará a los pacientes a recuperarse más rápido de su cirugía.
Los investigadores reclutaron a 28 hombres jóvenes sanos de entre 18 y 35 años que no tenían antecedentes de molestias en las rodillas ni cirugías previas en las rodillas, incluidos desgarros de meniscos o lesiones del LCA. Cada participante fue asignado aleatoriamente a uno de dos grupos: uno recibió estimulación NMES antes de la rehabilitación, mientras que el otro recibió tratamiento de estimulación simulada antes de la rehabilitación. Ambos grupos recibieron ejercicios de rehabilitación estándar durante dos semanas después de sus tratamientos; luego, cada participante regresó para realizar más ejercicios de rehabilitación durante otras dos semanas. En este momento, cada participante fue reevaluado en cuanto a tamaño muscular y contractividad antes de ser dado de alta del estudio. Después de que terminó su período de rehabilitación, los participantes se sometieron a un examen de seguimiento en el que nuevamente se sometieron a pruebas estándar de rendimiento muscular, incluida la contractilidad del músculo cuádriceps, la producción de fuerza isométrica, el nivel de activación voluntaria y el nivel de resistencia muscular voluntaria. Los investigadores encontraron que los participantes que recibieron tratamiento con NMES antes de la rehabilitación exhibieron un tamaño y una contractilidad del músculo cuádriceps significativamente mayores en comparación con los que recibieron un tratamiento simulado antes de la rehabilitación. Esto sugiere que el uso temprano de NMES puede preservar el tamaño muscular y la contractilidad después de la reconstrucción del LCA, lo que hará que la recuperación posterior a la reconstrucción de los pacientes sea más fácil y menos dolorosa.