Diferente me hace ser
ser reluciente como el amanecer,
refrescante como el agua
y suave como la piel de un bebe.
Siempre escuche de muchos
que de las tres hermanas la fea yo llegaba ser,
eso me impulso a ser alegre
y conquistar su querer.
No sorprende para nada
cuando con una sonrisa me hago ver,
es mi encanto natural
para quienes me llegan a conocer.
Me caracterizo por ser alegre
y cariñosa a la vez,
eso me resulta fácil porque me siento
grata y me hace resplandecer.
Pero cuando la tristeza llega
me hace sentir otra mujer,
no quiero ser vista por nadie
y eso me llega a doler.
Ella es tan opuesta a mí
que indefensa me hace ver,
me arrebata el encanto
que me da fuerza y poder.
Son totalmente diferentes
la persona que llego a ser,
una es mi mejor aliada
y la otra una enemiga cruel.
Con una me siento plena
y la otra pone mi mundo al revés,
una es complaciente
y la otra no da su brazo a torcer.
Por eso es mi lucha diaria
para que la sonrisa
llegue a prevaler,
la tristeza es tan áspera y me resta calidez.