El 22 de febrero de 2019 despegó desde cabo cañaveral en florida un cohete Falcón 9 de SpaceX con una carga muy especial, se trataba de la misión Beresheet que en hebreo significa Génesis, ya que se trataba de una misión de origen Israelí promovida por Spaceil una entidad privada sin fines de lucro y por el grupo estatal de la industria aerospacial de Israel, ambos habían invertido unos 100 millones de dólares o 88,1 millones de euros, un presupuesto muy modesto si tenemos en cuenta que la misión tenía el ambicioso objetivo de aterrizar en la luna y transformar a Israel en la cuarto nación en posarse de forma controlada en nuestro satélite natural.

El módulo completo de la misión pesaba unos 585 kilos y medía metro y medio, pero él aterrizador era más pequeño, del tamaño más o menos de una lavadora y con un peso de unos 150 kilos, en su interior llevaba entre otras cosas una cápsula del tiempo con más de 30 millones de páginas de datos, incluida una copia la wikipedia en inglés dibujos de niños, memorias de un sobreviviente del holocausto, también portaba una carga científica con muestras genéticas y lo que nos importa en esta historia varios miles de Tardígrados o osos de agua, se encontraban deshidratados para que pudieran soportar las duras condiciones del viaje.

Los tardígrados son animales diminutos, los mayores llegan a medir medio milímetro y los especímenes menores son diez veces más pequeños, resisten presiones muy altas de casi 6000 atmósferas eso es 66 veces más que la presión que encontraríamos en la superficie de Venus, además pueden sobrevivir a temperaturas de menos 200 grados celsius y aguantar un calor de hasta más de 150 grados, soportan el vacío del espacio y la radiación ionizante a pesar de sus superpoderes los tardígrados prefieren habitar lugares agradables con musgos y helechos, aunque también habitan en aguas oceánicas o de agua dulce, pudiendo encontrarse en cualquier ambiente o rincón del mundo.

Los tardígrados son animalitos muy resistentes y sobreviven en condiciones extremas aunque el ambiente lunar sobrepasa con mucho sus superpoderes, así que no hubieran podido escapar de la nave y colonizar la luna como pensarán algunos, además los tardígrados estaban deshidratados, esto significa que estaban inactivos, necesitaban de agua para poder volver a la vida, pero llegado este punto puede que estéis pensando que en la luna no hay agua líquida ni la puede haber, entonces qué sentido tiene mandar estas criaturas allá deshidratados, la respuesta es que se trataba de un experimento a largo plazo, los científicos saben perfectamente que los tardígrados pueden sobrevivir en estado de deshidratación hasta 10 años, siendo capaces de revivir recuperando todas sus funciones vitales una vez que entran en contacto con el agua.

La idea de los investigadores Israelíes era dejar a los tardígrados deshidratados en la luna y esperar que una misión humana lo rescatara e hidratada para intentar de activarlos y de esta forma saber si pueden sobrevivir en las condiciones extremas del ambiente lunar, 10 años es un tiempo razonable para una misión de rescate, pensar que la nasa tiene previsto que en el año 2024 vuelvan los humanos a la luna y que a partir de esa fecha, la presencia de astronautas será mucho más intensa y además no sólo astronautas y misiones estadounidenses, puede que se apunten otras naciones a colonizar y explorar la luna, por desgracia la misión de la Beresheet falló en el último momento y la sonda terminó estrellándose contra la superficie lunar el 11 de abril del 2019, a pesar de ello Israel y por medio de esta misión muy modesta consiguió ser el séptimo país en orbitar la luna y el cuarto en alcanzarla aunque no de forma controlada, pero pudieron los tardígrados sobrevivir al impacto? esto fue lo que se preguntó la Astroquímica Alejandra Traspas-Muina y el astrofísico Mark Burchell de la universidad de Queen's en el Reino Unido, es más, podrían los tardígrados en un asteroide sobrevivir al impacto en un planeta o en una luna, se sabe que los tardígrados pueden resistir el vacío del espacio y también temperaturas extremas, así que la cuestión que se plantearon es, serían capaces los tardígrados de hacer un viaje espacial a lomos de un asteroide o de polizones en una sonda que por ejemplo viaja a marte, que es un lugar aunque también hostil para la vida es mucho más agradable que la luna o también podrían los tardígrados sobrevivir a un viaje en una nave que vaya a una de las lunas con superficie helada, pero con un océano de agua líquida en su interior como por ejemplo la luna Europa de júpiter o Encélado que es una luna de Saturno, que ocurriría si pudieran sobrevivir al viaje, al impacto y llegar hasta la capa de agua líquida de esas lunas heladas.

Para lograr una respuesta solo había un camino, un camino radical y puede que un poco cruel, ya que suponía tener que sacrificar a unos cuantos de estos animalitos, los sometieron a quizás una de las pruebas más extremas a la que jamás se haya sometido un ser vivo, nada más y nada menos que a ser disparados con un cañón y esta vez sin una red protectora en otro lado, tendrían que chocar contra una superficie sólida que imitase el suelo lunar, para esta investigación extrema los científicos usaron un cañón de gas de dos etapas de los que normalmente se utilizan para experimentar con híper velocidad, este cañón acelera los proyectiles mediante un doble proceso primero con pólvora normal y luego con un gas ligero como el hidrógeno y el helio, sometido a una presurización rápida, lo que permite que el proyectil alcance velocidades de hasta 8 kilómetros por segundo, para que tengamos una idea la velocidad máxima de una bala de fusil de asalto ak-47 es de 715 metros por segundo, el cañón empleado por los científicos es capaz de disparar proyectiles 11 veces más rápido que un Ak-47.

Los científicos después congelaron a varios tardígrados hasta el estado de invernación y los introdujeron dentro de proyectiles de nylon, para dispararlos contra objetivos de arena en una cámara de vacío, se hicieron varias pruebas desde velocidades de 556 metros por segundo a mil metros por segundo, luego los tardígrados fueron aislados y observados para determinar cuánto tiempo necesitaban para despertar del estado de invernación después del impacto y compararlo con otros tardígrados que también habían estado congelados pero que no fueron disparados (Control). Los investigadores descubrieron que los animalitos sobrevivieron hasta una velocidad de impacto de 825 metros por segundo, aunque tardaron más tiempo en recuperarse que sus compañeros que no habían sido disparados, algo lógico, quien no tardaría en recuperarse después de ser disparado con un cañón, pero en los disparos a mayor velocidad de 825 metros por segundo la cosa cambiaba y a peor para los tardígrados, ya que no había supervivientes.

Esta es una mala noticia para los tardígrados espaciales, ya que los impactos de asteroides o el choque de una nave como el caso de la sonda aterrizador de Israel se producen a velocidades por encima de los 1000 metros por segundo, aunque no estaremos seguros del todo, yo no lo estaría, por lo menos hasta que se envíe una misión de rescate a los restos de la Beresheet, quizás los tardígrados nos terminen dando una nueva sorpresa.

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