Imagen de Mila Okta Safitri en Pixabay
One day I was left with nothing,
they left, and that day marked my end.
I thought I could overcome it, but it overcame me.
I believed I was strong, but I fell to pieces there.
I kept saying, "I'll forget you soon,"
but your memory still lingers here.
Gusts of sadness sweep over me,
you took my friends, you took my wealth,
leaving me desolate, with nothing of worth left in me.
You fled swiftly, dismantling my life,
you ran far, and I could never catch up.
I dreamed of you, and that was all I could have of you.
I thought I was a rock, but instead, I’m a shadow of what I used to be.
Your memories haunt me, and I can’t escape.
I don’t know why I believe you can fix everything.
It feels like there’s nothing left to search for,
yet I keep spinning, turning endlessly.
My body, shattered, no longer works,
but my mind won’t stop, draining all that I am.
I have little left, and I know I won’t have you,
for I am nothing now, and my luck left with you.
How can an intelligent man vanish like this?
What more is there in life than a family like that?
This love that doesn’t exist is my true tragedy.
My pleas to heaven, begging for your return,
exhausted me to the point of despair, calling without reply.
My days are a solitary hell, like nothingness itself.
Even the cold universe, vast with planets,
and the sea, with its singular unity,
seem perfect until someone like me
breaks in with a story no one will understand.
Why give life to something that no longer is?
Un día me quedé sin nada,
se fueron, y ese día fue mi fin.
Creí superarlo, pero me superó a mí,
pensé ser fuerte, y caí en pedazos allí.
Decía: "Te voy a olvidar pronto",
pero tu recuerdo sigue aquí.
Ráfagas de tristeza cruzan sobre mí,
te llevaste a mis amigos, te llevaste mi riqueza,
me dejaste desolado, sin nada bueno que quedara de mí.
Huiste velozmente, desarmaste mi vida,
corriste lejos y nunca te pude alcanzar.
Soñé contigo, y eso fue todo lo que pude tener de ti.
Pensé ser una roca; en cambio, soy una sombra de lo que fui.
Me persiguen tus recuerdos, no puedo escapar.
No sé por qué creo que todo lo podrás solucionar.
Parece que no hay nada que buscar,
y sigo girando, dando vueltas sin parar.
El cuerpo, destrozado, ya no funciona,
pero la mente no para, y agota lo que soy.
Ya no me queda mucho, y sé que no te tendré,
pues ya no soy nada, y mi suerte se fue tras de ti.
¿Cómo puede un hombre inteligente desaparecer así?
¿Qué más hay en la vida que una familia así?
Ese amor que no existe es mi verdadero drama,
mis súplicas al cielo rogando por tu volver
me cansaron hasta el hartazgo, llamando sin responder.
Mis días son un infierno solitario, como nada,
pues hasta el universo frío, vasto de planetas,
y el mar, con su unidad singular,
parecen perfectos hasta que alguien como yo
irrumpe con esta historia que nadie sabrá.
¿Por qué dar vida a algo que ya no es?