La Gratitud debe ser prácticada en todo momento de nuestras vida, agradeciendo cada acto de bondad que entramos en nuestro camino. Yo en lo particular agradezco cada instante lo que soy, lo que tengo y lo que deseo tener.

• Al levantarme agradezco a nuestro Padre Celestial por un día más de vida para mí y para mi familia.

• A mis padres que me cuidaron cuando yo no podía valerme por mi misma les tengo infinito agradecimiento que no me alcanzará la vida para devolverles al menos un poco de todo el amor que han entregado, por eso aprovecho cada instante con ellos para demostrarles lo importante que son para mi. Son mi ejemplo a seguir, sus consejos nunca faltan y me acompañan ahora en el cuidado de mis hijos.

• A mis familiares, amigos y conocidos que de una u otra manera me han ofrecido una mano amiga intento estar allí para retribuirles su aprecio y ofrecerles mi apoyo incondicional cuando sea requerido.