Presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Come cuando realmente tengas hambre y detente cuando te sientas satisfecho, no lleno. Mastica lentamente y disfruta cada bocado. Esto te ayudará a comer más despacio y notar cuando estás lleno. Evita distracciones mientras comes, como ver o usar el teléfono. Céntrate únicamente en tu comida. Planifica tus comidas y ten opciones saludables disponibles. Preparar tus propios alimentos te ayuda a controlar las porciones. Bebe mucha agua antes y durante las comidas. A veces confundimos la sed con el hambre. Usa platos más pequeños, esto te ayudará a servir porciones más adecuadas. Agrega más frutas, verduras y alimentos ricos en fibra a tu dieta, ya que aportan saciedad. Evita los alimentos ultraprocesados y comidas rápidas, suelen provocar sobreingesta. Planifica tentempiés saludables para evitar los picos de hambre extrema. Sé consciente de tus desencadenantes emocionales de comer en exceso y busca alternativas más saludables.
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